Cuando la conoces no quieres soltarla, cada abrazo, beso y palabra suya se carga en tu corazón. Cada instante se te hace eterno y cuando pierdes a otra como ella, la necesitas aún más. El tiempo pasa tan lento cuando ella no esta, y me pregunto: ¿Por qué siempre pienso en que piensas?, en lo que hace parecer preocupados tus ojos, me pregunto que es lo que hacen brotar esas lágrimas, me pregunto por que se entristecen esos labios y yo no pueda estar a tu lado. He vuelto a perder a alguien que me importaba, y esa puta distancia impide que me abraces y con tu voz tranquila me digas: No pasa nada Martina, estoy contigo.
Son esos momentos que nos hacen reír tantos los que nos hacen sentir la nostalgia de no tenernos. Y te recordaré igualmente aunque tu no quisieras, por que ese ansia de perderte, esas noches que me levanto con sabor a amargura de pensar que desapareces. ¿Sabes? sin un tu no hay un yo.
Eres el más grande sueño y la más grande pesadilla. Pero te quiero, cada detalle, Es como si sólo a mí se me hubiera sido concedida la facultad de ver, de conocer el verdadero sabor de tus besos, el color real de tus ojos. Hijas de dos mundos con únicos recuerdos tachando y diseñando distraída la misma historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario