Descubrí muchas cosas aquel verano, y no sólo un collar perdido. Descubrí que el paraíso puede encontrarse en el tacto de una piel suave, que las caricias son más fuertes que lo golpes, que los besos pueden hacerte volar; descubrí, en definitiva, algo tan simple y tan complejo, tan vulgar y tan extraordinario, tan dulce y tan amargo, como el amor.
-César Mallorquí-
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