Entonces comprendí hoy que estoy sola, y muerta en mis adentros lo difícil que es amar, odiar, querer o llorar, entendí que en la vida lo más difícil es sentir, pero sin embargo vivimos de ellos, de la tristeza, de la alegría, de la melancolía y la amargura. Respiramos para resolver dudas o encontrar respuesta, madurar o simplemente volver a ser niños. Todo gira en torno a ti y tus no giras entorno a nada. Hoy, sola entendí que quererte, soñarte, dudarte es difícil, difícil al igual que acunar gaviotas, o llorar sonrisas. Yo giro entorno a una sola cosa, los sentimientos. Son difíciles conocerlos, palparlos, entenderlos, pero todos me llevan a ti, a la melancolía de no tenerte, de perderte o de conseguirte. Hay amores que viajan y no vuelven y otros que esperan hasta que mueren, u otros que viven de tus besos. Andamos por mares y nadamos por la arena. El aburrimiento divierte y enseña, la vejez te hace apreciar la vida y la juventud saborearla. Cuando muera adivinare porque tememos a lo desconocido, nos aferramos a lo seguro y vivimos dentro de círculos pequeños. Mientras, la lluvia cae con mis lagrimas y riega mis sonrisas. No hay alegrías sin penas, no hay vida sin muerte, no hay besos sin ti. Hoy sola, realmente sola en otoño, comprendí, que amarte es difícil, soñarte es difícil y que vivir es doloroso. Hoy sola aprendí que podemos pintar en cielo del color melancolía y el mar de color carmín. Se va la tarde y el sol y escribo frases tristes para tenerte cerca, mientras tras lo cristales el amar duele, yo sola, sola conmigo, entiendo que la cebolla llora por hacer llorar, el ladrón pierde por quitar, el asesino sufre por matar, y yo, lo único que entiendo yo, es que es difícil. Tristes y caemos en el naufragio de las palabras y de las mentiras, deseamos poder volar para escapar de la tierra prometida, por que recordamos esas noche bajo la luna, donde soñábamos con tu carne desnuda y tu boca sin mentiras, es la ironía del amor sufriente de la vida.
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