Aproveché una migración de pájaros silvestres para evadirme.

viernes, 29 de junio de 2012

No lo llames amor, se llama Deseo.

Nadie ama, solo deseas. El deseo tiene más fuerza que cualquier otro sentimiento, los grandes poetas escribían sobre el deseo, no el amor. El deseo es ardiente, se mantiene vivo en la cabeza, vivo en una persona. Sueñas y respiras para él. Pero lo malo es que se gasta, oh si, más rápido que cualquier otro sentimiento. Pero lo intenso es por definición corto, si se alarga demasiado puedes llegar a quemarte. 
Amar... que palabra tan bonita y tan alejada a la realidad ¿me amas? ¿Puedes sentir el desierto cuando rozas mi piel, puedes saciar tu sed con mis besos, puedes hacerme el amor con cada nota de una bonita melodía, soy tu primer pensamiento cada maña y llegas a echarme de menos cuando cierras los ojos? ¿Escuchas el romper de las olas en mi latir, mis pechos los confundes con la Luna, sientes en mi olor tu hogar, en mi mirada llegas a comprender el universo? 
No ¿verdad?
Entonces no tienes ni idea de lo que es amor.